El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en el niño y las niñas. Los niños reconocen a las personas por los olores, sobre todo a su madre y las personas más cercanas a él.
Cuando el niño es pequeño tiene la capacidad de habituarse a los olores, ya sean buenos o malos, por eso son capaces de estar en un habitáculo con mal olor o acercarse a la nariz cualquier cosa pestilente, simplemente están reconociendo, aprendiendo.
Es importante potenciar la capacidad de olfato del niño mediante divertidos juegos, no solo estarás desarrollando ese sentido, sino también entrarán en escena la memoria y las sensaciones, por eso los niños de la clase de lactantes hemos potenciado este sentido con diferentes actividades, como, especias, cascaras de cítricos, colonias, baños de agua caliente con sales aromáticas….. Nos no lo hemos pasado muy bien.