Una caja para un niño es un universo de posibilidades abiertas.. puede ser un tambor, un coche, una casita, una televisión, un ordenador, un sitio para pintar, algo para recortar…
¿Por qué poner límites a su creatividad?
El juego libre suele ser más constructivo e interesante para un niño que el juego dirigido. Su curiosidad les lleva a investigar y aprender por sí mismos, de esta manera es como activan su imaginación, completan su aprendizaje y mejoran su coordinación.
¡Que bien se lo pasan!